Que equipo!!!

El viaje sigue. Ahora desde Cusco pasando parte de los últimos días. Como algunos saben esta vez, de regreso a las rutas, me acompaña mi madre “Doña Eva” ya no haciendo dedo, tocando en los buses y durmiendo en los cuarteles de bomberos sino en colectivo, parando en casa de amigos y con mas comodidades -es que esta viejita la madre-. La propuesta es pasar unos días juntos ya que estuve muy poco en casa.
De paso por Jujuy paramos a visitar a mis amigos Elisa, Elsita y compania que como siempre me recibieron de lo mejor. La que no estuvo bien fue Eva con el mal de altura, algunos problemas de presión interrumpieron el paseo. Por suerte los chamanes jujeños le dieron unos brebajes de coca y pupusa que la sacaron adelante, así que llegamos a Copacabana medio volando medio en tren. De Bolivia rápidamente a Cusco a recorrer esas construcciones intrigantes llenas de historia y misterio. Acá también me reencontré con amigos -la familia Garcés quienes nos acogieron y hospedaron- para disfrutar la estadía y pasar Navidad como en casa. Muy agradecidos a ellos, pasamos unos momentos hermosos en su casa. Otra vez los problemas de salud interrumpieron la estadía a Eva, esta vez amebas en las tripas la dejaron deshidratada y muy decaída. Probablemente se haya contagiado en Bolivia con el agua “potable” que no perdona a los peregrinos q por ahí pasan.
Pronto seguimos viaje hasta Lima donde nos separamos. Eva a su casa en Colón y yo a la ruta nuevamente, a seguir juntando historias y atardeceres, amigos y guitarreadas, a coleccionar charlas inolvidables con todo tipo de personajes, a vivir el folclore y vivir para contarlo. Un cariño grande a todos y que sea hasta la próxima.