De Rosario a la Habana

De Rosario a la Habana
Recorrido por Sudamerica

miércoles, 19 de septiembre de 2007

en la mitad del mundo

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Desde Quito Ecuador reportándome para mis amigos...el viaje sigue, como sabrán, rumbo a Cuba sin la más pálida idea de cómo cruzar pero con el ideal al frente. Con pocas ganas salí de Perú, crucé la frontera casi cumpliendo los 3 meses permitidos. Muy buenos amigos quedaron allá pañuelos al viento despidiéndose hasta siempre con la nostalgia y la alegría de los días compartidos. Gracias a todos.

Antes de salir del Perú con todo el material de estudio en la mochi listo para procesar hicimos una parada de ocio en la playa de Mancora -para q contarles- solcito y mar para variar con la panza de burro de Lima siempre plomizo.

Fugaz paso por Guayaquil, rumbeando caminos escoltados por campos de bananas y cafetales, la humedad palpable, los atardeceres de ensueño que no me canso de contemplar y el mar cada vez mas cálido. Parada en Montañitas, con U$S 2- en el bolsillo salimos a remarla con Seba y Pablo –la nueva adquisición del grupo- el flamante trío “Industria Argentina” hizo presentaciones de lujo en Mancora, Montañitas y ahora en Quito. Los días en Montañitas pasaron rápido trabajando en una Parrilla Argentina, Marcelo, el dueño, -muy capo- me ayudó mucho estos días q aproveché a leer y escribir un poco.

En el camino -como siempre- pasan cosas graciosas. Al salir de Montañitas me agarro la noche en el campo, pare en un pequeño poblado y un tipo me recibe atentamente “bienvenido Juárez, mucho gusto”…gracias respondo x la bienvenida. Resulta q el tipo se llamaba Bienvenido… muy loco.

La moto esta como nueva, en Lima el concesionario Honda “Motopower” le hizo un service completo con amortiguadores y todo. Después en Piura -al norte de Perú- otro concesionario Honda me consiguió el espejo y la luz de giro q me faltaba del ostiaso en Abancay. Para colmo la gente del local se copo con la historia del viaje y terminamos tomando unos wiskis en la casa del gerente, muy buena gente.

Bueno, sin aflojarle ni bajo el agua sigo la norte con la garra de siempre y la ayuda de la gente q encuentro día a día. Mil gracias a todos y nos vemos pronto en Colombia, hasta la próxima. Martín.