Dicen q yerba mala nunca muere…acá estoy en Lima a pesar de los temblores. En medio de una sociedad convulsionada x el terremoto del pasado miércoles, sentí la desgracia y el desconcierto de la gente. El país se solidariza en gran medida con los damnificados aunque algunos canallas lucraron con la desgracia aumentando los pasajes de bus a la zona del epicentro.
Tal como me tienen acostumbrados los peruanos, me recibieron de lo mejor. Paré en casa de mi amigo Javier -q conocí en el camino- y su flia q con toda calidez me recibió como en casa.
El domingo salí a tocar al parque donde me festejaron con calidez un grupo de peregrinos q andaba x ahí, a pesar del duelo nacional me dejaron tocar y colaboraron con la causa.
En estos días me preparo para seguir viaje a Ecuador, estoy tratando de conseguir un service para la cardenilla y algunos repuestos para dejarla en condiciones óptimas. Si a alguien le sobra un juego de amortiguadores y un espejo…
Sigo sumando amigos, experiencias y anécdotas que pronto compartiré c uds. Les mando un cariño grande a todos y q sea hasta la próxima.