De Rosario a la Habana

De Rosario a la Habana
Recorrido por Sudamerica

martes, 30 de septiembre de 2008

EL ENCUENTRO

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Improvisando es una palabra que rima con todo el viaje. Así fue como dejé la cardenilla en Caracas y llegué a Cuba sin ruedas.
Estoy en La Habana desde el jueves 18, llegué con la invitación del Convenio Cuba Venezuela y paro en casa de mi amiga Rosa María con quien mantuvimos contacto por correo en todo este tiempo de viaje. Con su familia y amigos me esperaron con los brazos abiertos. Se sigue agrandando la gran familia que me acogió en cada parada. Esta vez para completarla, llegué enfermo, con el estomago en pedazos por la gastritis, ahora me estoy curando con la ayuda de esta gente. No se preocupen, estoy en buenas manos.
Como de costumbre, caigo oportuno para las catástrofes (recuerden el terremoto en Perú). Los desastres por los huracanes son muchos, para enfrentarlos, además del apoyo material, también se formaron brigadas culturales para llegar a las zonas afectadas. Estoy tratando de integrarme con ellos y aportar mi granito de arena, espero poder contar con esa oportunidad y vivir de cerca estos tiempos difíciles.
Mientras tanto, la cardenilla junta arañas en casa de Juan Carlos y en Colombia Andrea cumple años, la nostalgia viene y se va como las olas en el Malecón y la comunicación se hace difícil. Las llamadas internacionales y la conexión a Internet son extrañas y carísimas por estos lares.
Bueno y lo importante…me encontré con Alberto Granado que tal? Excelente experiencia compartimos anécdotas del viaje, historias y unos tanguito q canto mientras lo acompañaba con la guitarra. Un grande Alberto, a pesar de estar enfermo el día que fui, igual se levantó a recibirme y se quedo conversando bastante. Las fotos se las debo para la próxima por las razones antedichas.
Mañana sale una nota en Telesur, me cuentan
Sigue la campaña por el rescate de la motito, así que agradezco a mi gente de Colón que se suma a la campaña, SADDO Bar y MERCADO DE AVIONES de Hugues ya se sumaron, seguramente se estarán organizando mas para ayudarme a llevar la nave hasta la localidad bonaerense. Un abrazo grande a la distancia, hasta la próxima. Martin

jueves, 11 de septiembre de 2008

A PESAR DEL HURACAN

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La proa sigue apuntando a Cuba. Últimamente las cosas no se dieron de lo mejor, pero sigo insistiendo. La moto no puede ir, se quedará en Caracas ilegal con el plazo vencido y sin ninguna posibilidad legal de prorroga, quien sabe como haré para sacarla del país. Mi pasaporte esta igual, por suerte no tienen mecanismos para multarme ni para renovarlo. Sumado a lo tedioso de los trámites está el Huracán, todo un desastre para el pueblo cubano, se suspendió el vuelo y las prioridades cambiaron. Sin embargo sigo esperando mi oportunidad, allí estaré para ayudar en lo que sea.
Mientras tanto en Caracas me voy chocando con la gran urbe al tiempo que los amigos me cuidan. Primero Robert me recibió en su casa y pasé unos días de lujo. Después llegué a lo de Gabriel –el rasta- un grande, me ayudó mucho contactando gente del Ministerio para conseguir apoyo logístico para el viaje. Con su mamá Chela pasamos unos días excelentes, cociné tallarines caseros, compartimos charlas y mates como en casa. De ahí a casa de Juan Carlos donde aun estoy y donde duerme la cardenilla. Un genio el kauka , los tíos Reina, Eduardo, Otis y otros familiares todos se dieron a la tarea de malcriarme y consentirme un poco. Otra familia que se suma a la gran familia latinoamericana que me acompaña en el viaje.
El fin de semana, para escaparme del cemento, me fui a visitar a Pepe, un amigo argentino que hace meses me está invitando al Parque Mochima, Playa Cochaima. Allá fui con la guitarra y tardé mas viajando que en la arena, pero valió la pena. Una playa hermosa, el mar increíble y la hospitalidad infaltable. La “Posad@ de amigos” esta justo frente a la playa, a cinco pasos del agua y cien del horizonte. José es otro aventurero, de otros tiempos tal vez, pero con el mismo espíritu. También tiene una motito a la orden para travesear. Gracias Pepe.
Estos días entre trámites, idas y venidas por los Ministerios, horas y días en el subterráneo y todo los trancotes que me tienen loco pude reírme al menos un par de veces. Tocando en el subte, sin calcular las estaciones, se llenó de pronto el vagón y al intentar bajarme la puerta me agarró la guitarra por el clavijero. Dos tipos tratando de abrir activaron la alarma y quedó pegada por varios minutos. Un bochorno para los pasajeros, las caras entre risa y fastidio me perdonaron la vida.
Hoy quise entrar a un edificio público de bermudas y no me dejaron. Me crucé a una tienda y charlé a uno de los chicos hasta que lo convencí de que me cambie el pantalón por quince minutos. Intercambiamos pantalón –corto por largo- con tanta suerte que éramos el mismo talle. Con pantalón prestado entré a la oficina de migraciones para ver lo del pasaporte y dejé al flaco con las rodillas al aire.
Ya pensando en el regreso y dado la falta de condiciones técnicas de la moto y el riesgo de perderla en la frontera, estoy buscando ayuda para mandarla en barco. Para eso voy a habilitar una cuenta bancaria y ofrecer un espacio publicitario en la página y en la moto. Hay treinta cuadros disponibles, cada uno cuesta U$S 30- Simplemente mandando el logotipo o el texto que desean publicar y consignando el pago ya están participando en este sueño. Con la ayuda de ustedes, al regreso de Cuba, embarco la cardenilla para su casa. Aprovechen la oportunidad.
Bueno, esperando que todo salga bien en adelante, que cambie un poco la estrella, seguiremos en contacto. Gracias a todos por la compañía y hasta pronto. Martín